“Calafia, mujer de carne y hueso” un documental realizado por el cronista de Los cabos Gabriel Fonseca Verdugo y el Instituto de Cultura de Los Cabos a través del programa municipal Diálogos por la memoria histórica y cultural de Los Cabos.
*Gabriel Fonseca, mediante su documental reconoce el valor e importancia de la mujer rural y resalta su papel de origen.
“La prueba para saber si puedes o no hacer un trabajo no debería ser la organización de tus cromosomas”. (Bella Abzug)
Condenarro
Partiendo de la mítica Isla California, reinada por la diosa Calafia, según apuntan “Las sergas” del esforzado caballero Esplandian, hijo del Rey Amadis de Gaula, Gabriel Fonseca Verdugo trabajó en un documental que presentó el pasado 23 de septiembre en el Pabellón Cultural Nabor García, “Calafia, mujer de carne y hueso”, en lo que explica es un reconocimiento al importante rol que la mujer, y en particular la mujer rural ha jugado, desde el origen, en la sociedad sudcaliforniana.
En un juego de entrevistas, historias de vida e imágenes de Baja California Sur, en particular la zona rural de Los Cabos, Miraflores y Santiago con mayor presencia en el documental, el Cronista Municipal ofrece un ejemplo palpable y tangible de la posición de la mujer en ésta sociedad, que si bien apartada de las grandes urbes, su importancia en la formación social es innegable e imprescindible.
Profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, Deni Trejo Barajas da una explicación sustentada en diversos documentos, de la evolución e integración de la mujer rural en el cotidiano, no sólo de la vida social y/o familiar, sino en actividades económicas y partícipes de oficios registrados, como el de costureras en la región de las minas de San Antonio y El Triunfo.
Por su parte, Ester “Terucha” González Aguiar, cuenta a la cámara su participación en el empresariado cabeño, surgido de su familia, González Canseco, de origen en Santiago, cuenta también los pormenores en el proceso de la caña, producción que mantuvo en alto la economía regional por años, junto con la ganadería.
También nos presenta a las profesoras Francisca Monroy y Francisca Collines, quienes, en su labor docente, participaron de forma fundamental en la sociedad rural principalmente de Miraflores y Santiago, poblados de donde surgieron muchos de los empresarios y políticos que han dirigido las políticas y economías de la región.
Finalmente, Bertha Navarro Cañedo, quien ha sido por años la bibliotecaria de Miraflores, nos da cuenta de la vida, vicisitudes del diario vivir de la zona rural, que pese a las carencias propias de la región permite la inclusión de todos sus habitantes en ese crecimiento cotidiano.
En una reflexión, el mismo Gabriel Fonseca Verdugo, destaca la importancia, muchas veces invisible, sea por lo cotidiano o lo que fuera, del papel que juega la mujer rural, la que se queda en su granja, la ranchería, apartada de la población, al cuidado de la tierra, los animales y la educación, pobre pero no precaria, de la familia, lo que lo motivó a realizar el documental y el título del mismo, señalando que descuidar la importancia de la mujer rural es tanto como desdeñar a la madre tierra, pues es ésta mujer la que representa el origen. ¡Calafia, mujer de carne y hueso!