La Paz, Baja California Sur.
Este es el viaje del agua y de la vida… del último río vivo que cruza libre de presas la Sierra Madre Occidental.
Paisajes lunares arrancados al desierto Sudcaliforniano, multitudes y cardúmenes, soledades, coloridos rituales milenarios que se niegan a morir, milagro de peces y canto de ballenas, rostros enmarcados en sonrisas oceánicas, resistencia y tradición, resistencia y la naturaleza que respira en un río amenazado que aun da al mar, son parte de la exposición fotográfica VIAJE AL MAR de Alfredo Martínez que se presentó en la Galería de arte Carlos Olachea de La Paz, Baja California Sur.
Preocupaciones ambientales hechas imágenes, historias que se entretejen con la naturaleza y paisajes oníricos intimidados por la posible aparición del llamado mundo civilizado. Las fotografías de VIAJE AL MAR, de Alfredo Martínez, son un viaje mágico entre ofrendas y flechas, entre ríos y luchas contra la modernización que arrasa con todo.
Viaje al Mar, fotografía de Alfredo Martínez.
VIAJE AL MAR, exposición fotográfica de Alfredo, es un viaje digital con el agua como elemento central, un viaje en su defensa, una búsqueda por poner esta lucha en la palestra, “decidí seguir el curso del agua desde las montañas de la Sierra Madre hasta el Alto Golfo de California en donde se localizan los sitios ceremoniales de la comunidad Tohono O’odham, fotografiando desde tierra, aire y debajo del agua el paisaje, la naturaleza y cultura del Estado de Nayarit, Baja California Sur, Baja California, Sonora y el Golfo de California porque al final todos somos la misma agua”.
Para conseguirlo, Alfredo viajó en tres ocasiones a la zona, pasando temporadas con la gente de la comunidad, en cada una de sus visitas, dispuesto a disparar su cámara, a captar rituales y escenas comunes, a encontrar la sonrisa y la sabiduría en cada encuadre.
Amenazas de inundación, la posible desaparición de lugares ceremoniales, la defensa comunitaria de los recursos naturales, son el discurso enmarcado en distintos formatos, por Alfredo Martínez Fernández, fotógrafo, arqueólogo y cinematógrafo que documenta el recorrido de distintos pueblos y su relación con el río San Pedro Mezquital, una relación de vida, natural, que se ha convertido en una relación de defensa, lucha y dignidad.
Porque las comunidades que han vivido durante siglos en esta área del desierto de Chihuahua, los pueblos Náayarite (Coras), Wixárikas (Huicholes), Mexicaneros y Tepehuanes, se encuentran bajo la amenaza del proyecto hidroeléctrico de las Cruces, un represamiento que ocasionaría un desastre ecológico y cultural, que afectaría más de 10 mil hectáreas, desde Chihuahua hasta Baja California.
Esta preocupación, ante un proyecto modernizador que no considera las implicaciones que tendría en la cosmogonía, la hidrografía, la morfología, la fauna, flora y la cultura de la región, llevó a Alfredo Martínez a volar, a sumergirse, a caminar y atestiguar la relación de estas familias y pueblos con el Río San Pedro Mezquital. A través de las imágenes de Alfredo se logra un diálogo natural, plasmado con mirada antropológica y ciudadana, con una cámara que sirve de testigo a la defensa frente al despropósito modernizador.
El río San Pedro Mezquital, un río vivo que cruza libre de presas la Sierra Madre Occidental, con sus 540 kilómetros que dan al mar, conecta el desierto Chihuahuense con el Golfo de California, siendo el hilo conductor de la vida de más de 800 mil personas, agua dulce para la vida, agua dulce para las tradiciones, que Alfredo Martínez convierte en discursos fotográficos de resistencia y lucha, llena de color, emotividad, tradiciones, movimiento y vida.
VIAJE AL MAR estuvo expuesta en la Galería de arte Carlos Olachea, de La Paz, con más de 40 fotografías en distintos formatos, panorámicas que plasman la vida y el diario acontecer de una región que vive amenazada desde el año 2014.
Con más de treinta años retratando el mundo, Alfredo Martínez, logró en VIAJE AL MAR una experiencia personal y social de defensa, de reconocimiento de los derechos de los pueblos, de lo valiosos que son los paisajes y la relación con la naturaleza para que quienes los habitan.
VIAJE AL MAR no habría sido posible, reconoce Alfredo, sin la colaboración de las familias Náayarite, Wixárikas y Tohono O’odham, que le permitieron fotografiar la intimidad de sus rituales y sus vidas, y los conocimientos e importancia que tiene el Río San Pedro Mezquital, no sólo para ellos, sino para toda la región.
La exposición fotográfica VIAJE AL MAR, es un documento de resistencia, de la lucha por preservar diez mil hectáreas, mientras en los pasadizos burocráticos permanezca la posibilidad de que el proyecto hidroeléctrico de las Cruces, aguarda, como una espada de Damocles.